TRASTORNOS EN LA SALUD MENTAL POR EFECTO DE LA PANDEMIA. POSIBLES INTERVENCIONES PSICOTERAPÉUTICAS

Los efectos de la pandemia sobre la salud física, el confinamiento y su repercusión social, económica y laboral están produciendo un empeoramiento de la salud mental de la población y especialmente la de los profesionales de la salud. 

La amenaza ha sido y sigue siendo insoslayable, múltiple, duradera e importante, dirigiéndose no solo a la salud sino también a la economía, el trabajo, las relaciones sociales y el estilo habitual de vida, imponiéndose a los individuos, drásticos cambios en múltiples aspectos de la vida.  

Esta situación cumple todos los requisitos de las graves desapariciones de los  “aportes básicos” físicos, emocionales y sociales requeridos para la conservación de la salud física y mental que los expertos en psiquiatría preventiva Caplan y Lindemann señalaron como dimensiones esenciales.    

El impacto negativo sobre la salud mental se está constatando por numerosos profesionales de la salud mental  de todos los países como un notable aumento de los trastornos por ansiedad, depresión o trastornos por estrés postraumático como efecto de la incertidumbre y el miedo, la interrupción de los vínculos afectivos, o  la perdida la estructura de la cotidianeidad en familias, trabajos e instituciones.  

En España existen numerosos estudios y observaciones que constatan la importancia de los efectos sobre la salud mental de la pandemia como el deOdriozola-González, Ozamiz-Etxebarria que en 2020 muestran el aumento de síntomas de ansiedad, depresión y estrés especialmente en las mujeres que han tenido que reestructurar el funcionamiento familiar, colegial y el cuidado de mayores.  

Otro estudio es el de A. Caleb Sosa y M. Rodríguez (2020) que mostraron un incremento de la violencia intrafamiliar en la región de Murcia así como un aumento de desorganización comportamental y estrés en la población infantil.  

Berastegui y colaboradores (2020) recogen en una muestra de1046 padres españoles con hijos/as de entre 2 y 14 años, después de 4 semanas de confinamiento. Se registró un aumento del 74.66% de  irritabilidad,  55.54% de  llanto,  70.17%  del nerviosismo y 35.95% de pesadillas.  

También se han incrementado las tasas de intentos de suicidio. Así, Victor Pérez, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica expresa que:  

  «Los trastornos de conducta alimentaria, la esquizofrenia, el trastorno bipolar y la depresión son las enfermedades que con mayor frecuencia se asocian al suicidio, sobre todo la última, prevalente en un 60% de los casos»  

 y cita como causa importante el difícil acceso el confinamiento y la  inaccesibilidad de los servicios de salud mental.  

Jordi Blanch, director del Plan Director de Salud Mental y Adicciones destaca un aumento del 27% en tentativas de suicidio en niños y adolescentes en Cataluña.  

Roque Prego, psiquiatra del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander y secretario general de la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente señala el aumento de urgencias hospitalarias por trastornos de ansiedad y depresión con presencia de autolesiones.  

Iria Miguens, portavoz de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias señala un importante aumento de los trastornos por estrés postraumático que se habrían triplicado durante la pandemia.  

Andoni Anseán, presidente de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio señala el incremento de trastornos en salud mental que irán apareciendo próximamente.  

 En Europa, Pisano y colaboradores (2020) destacan en niños italianos, un incremento del 26,48% de síntomas regresivos, 18,17% de miedos, 53,53% de irritabilidad, 21,17% cambios de humor y 19,99% de trastornos del sueño.  

Los estudios antes mencionados hacen ver que los efectos de la pandemia sobre la salud mental de la población en los diferentes países son muy importantes y que requerirá un incremento de recursos terapéuticos 

Uno de los abordajes más amplios y acertados sobre Salud Mental en poblaciones o grandes grupos son las aportadas por Caplan y Lindemann, que  señalan estrategias de prevención primaria, secundaria y terciaria.   

En la Prevención Primaria se trataría de arbitrar todos los recursos, sanitarios o no, para evitar o aminorar el riesgo de aparición del trastorno patológico.   

En la Prevención Secundaria la acción se encamina a abordar el trastorno que ya ha aparecido mediante un tratamiento inmediato o una acción sanitaria rápida, adecuada, e “in situ”.  

En la Prevención Terciaria se abordan las medidas de rehabilitación para reducir las secuelas de la enfermedad.   

Desde el criterio de Prevención Primaria, una de las acciones más importantes es la preservación o recuperación de los vínculos con las personas significativas, familia, amigos, compañeros, suspendidos durante la pandemia. El sentimiento de soledad y desamparo es un factor psíquicamente traumatizante, aumenta las posibilidades de que las emociones no encuentren una adecuada canalización ni puedan ser compartidas aumentando la posibilidad de que deriven en manifestaciones patológicas. Y a la inversa, hablar de dichas emociones se convierte en un poderoso “sistema de paraexcitación “( Freud ) de gran valor terapéutico frente a crisis de ansiedad, oscilaciones patológicas del estado de ánimo, ideación suicida o abuso de sustancias.  

Una segunda línea de abordaje frente al riesgo de aparición de trastornos psíquicos  la constituye la Atención Primaria ya sea promoviendo la contención psíquica de un psiquismo alterado por parte del Médico de Familia, ayudando a comprender la situación,  

En las acciones propias de la Prevención Secundaria se situarían los profesionales de Salud Mental, psiquiatras, psicólogos y psicoterapeutas que abordan al trastorno psíquico que habría aparecido. El comienzo precoz de una intervención psicoterapéutica es una poderosa herramienta preventiva de la agudización o agravamiento del trastorno.  

Al mismo tiempo, también se está evitando la cronificación de dicho cuadro patológico, es decir tiene un valor de Prevención Terciaria.  

En sucesivos artículos desarrollaremos más ampliamente estas intervenciones.  

PEDRO GIL CORBACHO

PSIQUIATRA

PSICOANALISTA APM

PROFESOR DEL MÁSTER UAH-IEP

PRESIDENTE DEL INSTITUTO EUROPEO DE PSICOTERAPIA

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